Cuando la forma de ver las cosas cambia, las cosas que vemos cambian…
El mensaje de esta frase es una verdad innegable en cualquier entorno. La metodología, los procesos, las herramientas que se utilizan para planificar, controlar y gestionar un conjunto de tareas, son obligatorias si se quiere tener éxito o disminuir la probabilidad de fracaso. Otros aspectos necesarios para obtener el éxito requerido están relacionados con el ámbito humano, en donde la organización y preparación del recurso humano es directamente proporcional al éxito que se obtenga en el cumplimiento de los productos, que resultan de ejecutar un conjunto de tareas.
Encontramos en las empresas un sin número de personas que planifican, controlan y gestionan proyectos con muy buenas intenciones, y no cumplen con el objetivo al no seguir las mejores prácticas en estas lides; y entonces, ¿qué se debe hacer? si bien, la respuesta es muy simple, llevarla a la práctica no lo es. La respuesta es cambiar la conducta, el comportamiento, el trato hacia las personas que están involucradas en los proyectos, con base a las mejores prácticas en gestión de proyectos.
El éxito de los proyectos se convierte también en el éxito de las empresas. La calidad de los productos, la alineación entre los proyectos y las metas corporativas se deben garantizar; ciertamente los proyectos no son islas dentro de las empresas. La ejecución de proyectos mejora de manera importante los procesos internos de las empresas, mejora la calidad de los productos así como potencia el recurso humano hacia la comprensión de que el trabajo en equipo, es clave en la obtención de los productos esperados… es bueno que un león sea el líder de una manada de venados… pero es aún mejor que un león sea el líder de una manada de leones.
Martín Serpa, PMP
Presidente del Capítulo