Aunque teóricamente parece existir un acuerdo general sobre la importancia que tiene la gestión profesional de proyectos para el buen desempeño organizacional, en la práctica son muchas las organizaciones, de diferentes tamaños, que siguen gerenciando sus iniciativas de cualquier manera. Es más común de lo que creemos, y quisiéramos, encontrarnos con proyectos que no cumplen con su finalidad, al ser formulados, evaluados y ejecutados de manera deficiente, ocasionando un daño al patrimonio de la organización, traducido en el despilfarro de recursos y la pérdida de oportunidades.
Algunos piensan que la gerencia profesional de proyectos es un capricho, que significa un costo que la organización no está en capacidad de asumir o simplemente desconocen la existencia de metodologías de gestión.
Aunque utilizar herramientas formales para la gestión de proyectos no nos garantiza en un 100% el éxito, contar con un marco de trabajo ayuda a las organizaciones entre otras cosas a:
1.- Llevar a cabo iniciativas que cumplan con su rol transformador, generando productos y servicios orientados a satisfacer las necesidades y expectativas de los stakeholders, incluyendo a los clientes y usuarios finales.
2.- Entregar productos y servicios a tiempo y a un precio alcanzable para el cliente, garantizando la rentabilidad.
3.- Asignar de manera eficiente los recursos a aquellos proyectos de la cartera que generen un mayor nivel de rentabilidad o beneficios, no solo financieros, permitiéndole fortalecer la posición en el mercado.
4.- Gestionar el conocimiento resultante de cada uno de los proyectos desarrollados e incorporarlo como un activo.
Si hacemos un análisis costo beneficio sobre la incorporación de metodologías de gestión profesional de proyectos en la organización, el resultado definitivamente será positivo. Desarrollar proyectos profesionalmente nos permite agregar valor mientras avanzamos hacia la visión estratégica.
Econ. Alejandro Acosta García
www.deproyectoenproyecto.blogspot.com
@aleco44